Apoyando a la palma sostenible en América Latina y el Caribe

Por: Romina Ordoñez y Paula Valencia.

El aceite de palma africana es el aceite vegetal más comercializado en el mundo y se estima que su demanda se incrementará significativamente en el futuro cercano.

Pero ¿para qué se utiliza el aceite de palma? A pesar de que muchos no conocemos todos sus posibles usos en la industria, utilizamos aceite de palma a diario en una gran variedad de productos, como alimentos procesados (helados, galletas, productos untables, etc.), productos cosméticos y combustible para automóviles. Si revisan las etiquetas de productos que consumen frecuentemente, se sorprenderán.



La palma en el mundo

La palma africana es uno de los cultivos con mayor expansión en el mundo, con un crecimiento promedio anual del área cultivada por encima del 5%, durante los últimos cinco años. En 2017, se produjeron 67 millones de toneladas de aceite de palma aproximadamente, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, siendo Indonesia, Malasia y Tailandia los principales productores con un 88.5% del total.

Cuatro países latinoamericanos (Colombia, Guatemala, Ecuador y Honduras) forman parte de los ocho mayores productores mundiales, pero producen en conjunto solo un 4,8% de la producción mundial total. Sin embargo, América Latina no solo tiene el mayor potencial de expansión del cultivo, sino que enfrenta el gran desafío de mejorar la producción por hectárea cultivada. En la región hay países como Guatemala, que tiene el mayor rendimiento del mundo (5,41 toneladas de aceite crudo por hectárea [t/ha] promedio), y otros como Ecuador, cuya productividad (promedio 2,08 t/ha) es la más baja de la región y una de las más bajas del mundo.

Desde 2001, la producción de aceite de palma se ha duplicado en América Latina CLICK TO TWEET

Los productores latinoamericanos de palma se esfuerzan por diferenciarse de los productores del Sudeste Asiático, que han sido ampliamente criticados por la deforestación que han generado. En América Latina, desde 2001, la producción de aceite de palma se ha duplicado y, a diferencia del caso asiático en el que más de la mitad de la expansión ocurrió como resultado de la conversión de bosques a monocultivo, la mayoría de los terrenos donde ha ocurrido esta expansión ha sido en tierras ya deforestadas.

Un  estudio reciente de la Universidad de Puerto Rico que analiza plantaciones de palma aceitera en América Latina, muestra que la expansión del cultivo en la región se ha desarrollado en un 79% en tierras deforestadas anteriormente, mayormente pastizales para ganado y otros cultivos, y el restante 21% en vegetación leñosa que incluye, pero no se limita a bosques.

En América Latina la gran mayoría de las plantaciones de palma están en manos de pequeños y medianos productores (menos de 500 ha) a diferencia del sudeste asiático donde dominan plantaciones muy extensas (entre 3.500 ha – 50.000 ha) que pertenecen a grandes empresas o compañías gubernamentales. Esto no solo ha tenido impacto en los diferentes patrones de avance del cultivo en las dos zonas, sino que convierte al sector palmero en América Latina en foco de atención para instituciones de desarrollo.

Apoyo al desarrollo de la palma sostenible en Ecuador

La región tropical de América Latina y el Caribe constituye la zona boscosa más grande del mundo, con condiciones adecuadas para el cultivo de palma africana. Por esta razón, es indispensable que el crecimiento de la producción de aceite de palma sea sostenible. “No podemos seguir usando el bosque como cajero automático”, afirma Jan Pierre Jarrin, Director de Sostenibilidad de la empresa Oleana, líder en Ecuador por su compromiso con el desarrollo sostenible del cultivo de palma.

Producir aceite de palma de manera sostenible implica, por ejemplo, desarrollar nuevos cultivos de palma en áreas ya deforestadas, aplicar buenas prácticas para incrementar la productividad del cultivo, y obtener certificaciones ambientales cada vez más demandadas por los consumidores.

‘No podemos seguir usando el bosque como cajero automático’, afirma Jan Pierre Jarrin, Director de Sostenibilidad de Oleana  CLICK TO TWEET

Consciente de este desafío, BID Invest trabajó junto a Oleana y le otorgó un préstamo en 2017, para aumentar su capacidad de procesamiento de aceite. Adicionalmente, BID Invest está apoyando a la empresa con una asistencia técnica, para alcanzar dos importantes metas en su cadena de abastecimiento conformada mayoritariamente por pequeños y medianos productores:

  1. Obtener la certificación de la Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma Sostenible (RSPO, por sus siglas en inglés y principal organización responsable de la certificación del aceite de palma a nivel mundial) apoyando a los palmicultores proveedores de Oleana a alcanzar requisitos necesarios para la certificación (estudios ambientales, entrenamientos, planes de manejo para sus fincas, etc.). Este componente concuerda con la iniciativa de certificación jurisdiccional de Ecuador  y el convenio para cero deforestación en el Amazonas, firmados durante el 2017. De igual manera, es afín con el compromiso del Gobierno de Ecuador y del sector privado en la promoción de mejores prácticas internacionales, gestionando la Interpretación Nacional de RSPO para Ecuador.
  2. Mejorar la productividad de las plantaciones existentes de pequeños y medianos palmicultores proveedores de Oleana, a través de una plataforma que provea información personalizada sobre prácticas agrícolas adecuadas, utilizando tecnología celular que permita comunicación de dos vías entre técnicos y productores. Esta iniciativa refuerza el trabajo de Oleana que, a través de un programa de apoyo integral, espera cambiar el comportamiento de los palmicultores para aumentar su productividad. Además, los fondos de BID Invest permitirán evaluar el impacto de la iniciativa, para aplicar este conocimiento con otros clientes en contextos similares en la región. Este componente se está llevando adelante con el apoyo de Precision Agriculture for Development (PAD)

A partir de la implementación de estos proyectos, Oleana espera consolidarse como el primer exportador de aceite de palma certificado RSPO en Ecuador, lo cual le permitirá tener acceso a mercados cada vez más exigentes y garantizar la sostenibilidad de su producción.

Por otro lado, mayor productividad en la producción de palma implicará tanto mejores ingresos para los pequeños y medianos palmicultores, como la posibilidad de Oleana de acceder a mayor cantidad de insumos para su procesamiento sin necesidad de aumentar las hectáreas plantadas.

Un claro ejemplo de ganancia para las tres partes: nuestro cliente, los productores de su cadena de abastecimiento y el medio ambiente.


SOURCE: Corporación Interamericana de Inversiones-CII

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