8 personas poseen la misma riqueza que el 50% más pobre de la humanidad

El Foro Económico Mundial reúne de nuevo en Davos a líderes políticos y empresariales. Con motivo de este evento, Oxfam ha publicado hoy un nuevo informe en el que denuncia que tan sólo ocho personas (ocho hombres en realidad) poseen la misma riqueza que la mitad más pobre de la población mundial, 3.600 millones de personas.

El informe, Una economía para el 99%, muestra que la brecha entre ricos y pobres es mucho mayor de lo que se temía. Oxfam describe cómo grandes empresas y los más ricos logran eludir y evadir el pago de impuestos, potencian la devaluación salarial y utilizan su poder para influir en políticas públicas, alimentando así la grave crisis de desigualdad. El informe también demanda un cambio fundamental en el modelo económico de manera que beneficie a todas las personas y no sólo a una élite selecta.

Con datos nuevos y más precisos sobre la distribución de la riqueza global – especialmente en China y la India –, podemos calcular que la mitad más pobre del mundo posee menos riqueza de lo que inicialmente se estimaba. De haber contado con estos datos el pasado año, Oxfam habría estimado que nueve milmillonarios –y no 62, como calculó entonces– poseían la misma riqueza que la mitad más pobre del planeta.


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Imagen cortesía de Iosphere en FreeDigitalPhotos.net


Cuando una de cada diez personas en el mundo sobrevive con menos de dos dólares al día, la inmensa riqueza que acumulan tan sólo unos pocos resulta obscena. La desigualdad está sumiendo a cientos de millones de personas en la pobreza, fracturando nuestras sociedades y debilitando la democracia.

En todo el mundo, muchas personas están siendo dejadas de lado. Sus salarios se estancan mientras las remuneraciones de los presidentes y altos directivos de grandes empresas se disparan; se recorta la inversión en servicios básicos como la sanidad o la educación mientras grandes corporaciones y grandes fortunas logran reducir al mínimo su contribución fiscal; y los Gobiernos ignoran sus voces mientras escuchan embelesados las de las grandes empresas y las élites millonarias.

Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam Internacional


El informe de Oxfam evidencia cómo este modelo económico roto canaliza la riqueza hacia una exclusiva élite a expensas de los más pobres de la sociedad, la mayoría de ellos mujeres. El ritmo sobrecogedor al que los más ricos acumulan cada vez más riqueza podría dar lugar al primer “billonario” del mundo en tan sólo 25 años. Con tal súper concentración de riqueza, esta persona necesitaría derrochar un millón de dólares al día durante 2.738 años para gastar toda su fortuna.

El rechazo de la ciudadanía a la desigualdad está provocando crisis políticas en todo el mundo y se considera un factor determinante en la victoria de Donald Trump en las elecciones en Estados Unidos, así como en la elección del presidente Rodrigo Duterte en Filipinas y el Brexit en el Reino Unido.

Siete de cada diez personas vive en un país en el que la desigualdad ha aumentado en los últimos 30 años. Entre 1988 y 2011, los ingresos del 10% más pobre de la población mundial aumentaron en sólo 65 dólares al año, mientras que los del 1% más rico crecieron 182 veces más, a un ritmo de 11.800 dólares al año.

Las mujeres, sobrerrepresentadas en los sectores con peores salarios, sufren mayores niveles de discriminación en el ámbito laboral y asumen la mayor parte del trabajo de cuidados no remunerado. Al ritmo actual, llevará 170 años alcanzar la igualdad salarial entre hombres y mujeres.

Una economía para el 99% también revela cómo la actuación de grandes empresas y de los más ricos está agravando la actual crisis de desigualdad. El informe evidencia cómo las grandes corporaciones consiguen eludir o evadir el pago de impuestos, devalúan los salarios de sus trabajadores y los precios que se pagan a los productores, e invierten cada vez menos en sus empresas con el único fin de maximizar los beneficios que van a parar a sus adinerados accionistas.

Para este informe, Oxfam entrevistó a trabajadoras del sector textil en Vietnam que trabajan 12 horas al día, seis días a la semana. Mientras estas trabajadoras apenas perciben un dólar a la hora por producir prendas de ropa para algunas de las principales marcas de moda, los presidentes de estas corporaciones figuran entre las personas con mayores ingresos del mundo. La evasión y elusión fiscal por parte de las grandes multinacionales priva a los países pobres de al menos 100.000 millones de dólares cada año en ingresos fiscales, dinero suficiente para financiar servicios educativos para los 124 millones de niños y niñas sin escolarizar o atención sanitaria que podría evitar la muerte de al menos seis millones de niños y niñas cada año.

El informe muestra cómo los más ricos utilizan una intrincada red de paraísos fiscales para eludir el pago de los impuestos que les corresponden y un ejército de asesores financieros para garantizar altos rendimientos en sus inversiones, algo inaccesible para el ciudadano medio. Al contrario de la creencia popular, muchas de las personas más ricas no han generado su riqueza por sí mismas; el análisis de Oxfam apunta a que más de la mitad de los milmillonarios del mundo ha heredado su fortuna o la ha acumulado gracias a su participación en industrias en las que la corrupción y el nepotismo son prevalentes.

El informe también demuestra cómo las grandes empresas y los más ricos utilizan su dinero e influencia para que leyes y políticas se vuelvan a su favor. Por ejemplo, en Brasil los milmillonarios han tratado de influir en las elecciones y han ejercido presión con éxito para lograr una drástica reducción de su contribución fiscal, mientras en Kenia las empresas petrolíferas han conseguido generosos privilegios fiscales.


Los millones de personas a los que este modelo económico roto ha dejado de lado necesitan soluciones, no chivos expiatorios. Por este motivo, desde Oxfam queremos plantear un nuevo enfoque basado en creencias compartidas que apuesten por gestionar la economía de tal forma que funcione para la mayoría y no sólo para una minoría afortunada.

Los Gobiernos no están indefensos ante el cambio tecnológico y las fuerzas de los mercados. Si los políticos dejaran de obsesionarse con el PIB y se centraran en adoptar medidas en beneficio del conjunto de la ciudadanía y no sólo de unos pocos, sería posible lograr un futuro mejor para todas las personas.

Winnie Byanyima


Entre las medidas propuestas por Oxfam para lograr una economía más humana se incluyen:

  • Los Gobiernos deben frenar la concentración extrema de riqueza para acabar con la pobreza. Deben incrementar los impuestos tanto a las grandes fortunas como a las rentas más altas de cara a lograr un sistema más equilibrado que genere los recursos necesarios para garantizar la inversión pública en sanidad, educación y creación de empleo.
  • Los Gobiernos deben favorecer la cooperación entre ellos, y no la competencia. Deben trabajar juntos para garantizar que los trabajadores reciben un salario digno y poner freno a la elusión y evasión fiscal, así como a la carrera a la baja en la tributación empresarial.
  • Los Gobiernos deben apoyar a las empresas que operan en beneficio de sus trabajadores y de la sociedad en su conjunto, y no sólo en el interés de sus accionistas; empresas como la corporación Mondragón, propiedad de sus 74.000 trabajadores y con una facturación superior a los 10.000 millones de euros. Todos ellos reciben un salario digno gracias a una estructura que garantiza que el salario del mayor directivo no supere en más de nueve veces el de un puesto base.
  • Los Gobiernos deben asegurar que las economías sirvan de manera equitativa a mujeres y hombres. Deben contribuir a eliminar las barreras que limitan su progreso económico, como el acceso a la educación o una carga excesiva de trabajo de cuidados no remunerado.

Oxfam también hace un llamamiento a las élites económicas presentes en Davos (y de forma específica a los milmillonarios del mundo) para que desempeñen un papel fundamental en la creación de una economía más humana. El tema principal del Foro Económico Mundial de este año es “Liderazgo reactivo y responsable”. Los participantes pueden empezar comprometiéndose a pagar los impuestos que les corresponden y garantizar que sus empresas paguen salarios dignos. Personas de todo el mundo pueden sumarse a nuestra campaña Iguales . Oxfam


Las ocho personas más ricas del mundo son (en orden, según su fortuna neta):

  1. Bill Gates: Fundador de la empresa estadounidense Microsoft (75.000 millones de dólares).
  2. Amancio Ortega: Fundador de Inditex, propietario de la cadena de tiendas de moda española Zara (67.000 millones de dólares).
  3. Warren Buffett: Director ejecutivo y principal accionista de la empresa estadounidense Berkshire Hathaway (60.800 millones de dólares).
  4. Carlos Slim Helu: Propietario del mexicano Grupo Carso (50.000 millones de dólares).
  5. Jeff Bezos: Fundador y director ejecutivo de la empresa estadounidense Amazon (45.200 millones de dólares).
  6. Mark Zuckerberg: Presidente, director ejecutivo y cofundador de la empresa estadounidense Facebook (44.600 millones de dólares).
  7. Larry Ellison: Cofundador y director ejecutivo de la empresa estadounidense Oracle (43.600 millones de dólares).
  8. Michael Bloomberg: Fundador propietario y director ejecutivo de la empresa estadounidense Bloomberg LP (40.000 millones de dólares).

Los cálculos de Oxfam se basan en los datos del Global Wealth Databook 2016 de Credit Suisse sobre la distribución de la riqueza a nivel global. Se ha calculado la riqueza de las personas más ricas del mundo utilizando la lista de milmillonarios de Forbes publicada en marzo de 2016.


 

SOURCE: Los Blogs de Oxfam

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